12 de agosto de 2008

Depende de como se mire


Mientras el riesgo país sube y los periódicos llenan páginas con esa información, la presidenta Cristina Fernández pide que se termine con "el deporte nacional de tirarnos pálidas entre los argentinos", yo les traigo algo que escribí en el 2003 y hoy no pierde vigencia.



Desde Martínez de Hoz a esta parte, la cotización del dólar, primero; la inflación y el riesgo país, después; y en la actualidad, los datos sobre la pobreza y el crecimiento económico están siendo el motor que marca el ritmo de nuestro acontecer diario. Todavía quedan imágenes en el consciente colectivo de los argentinos, de muchedumbres histéricas agolpadas en las casas de cambio pugnando por comprar dólares, antes de que su cotización se disparara de manera meteórica y con ella los precios de los bienes y servicios.

De igual manera, esperaba los datos de la inflación, para saber cuanto se había depreciado su salario y cuanto subían los precios, y para no perder dinero compraban dólares, que de la misma manera que crecía su demanda, crecía su cotización. De esta manera, se cerraba el circulo vicioso de la economía argentina de los `70 y `80 que precipitó la salida del gobierno radical de Raúl Alfonsín, en 1989.

En el gobierno de Fernando de la Rua, el léxico de los argentinos "sufrió" la incorporación de un nuevo término: riesgo país. Dicho índice mide el grado de riesgo que entraña un país para las inversiones extranjeras. Según especialistas "el riesgo país es un indicador que por si solo, es simplificado e imperfecto de la situación de una economía, basta con decir que entre 1997 y 2000, el riesgo país de Brasil fue mucho mayor que el de Uruguay, pero la economía de Brasil creció mucho mas". Sin embargo los argentinos lo veíamos crecer y temíamos que después de cierta cifra el país no existiera más.

Luego de la crisis que sufrió nuestro país en 2001 y abandonada la Ley de Convertibilidad que marcaba la paridad del peso con el dólar, este ultimo tomó nuevamente protagonizmo. Los "gurues" de la economía pronosticaban un dólar a diez pesos y las personas corrieron nuevamente a comprarlo desaforadamente. Por lo tanto, su cotización subió. Cuando dejaron de comprar con tanta "psicosis" su precio se estabilizó. Tan fue así, que el gobierno de Eduardo Duhalde tuvo que intervenir para que el precio no siguiera bajando. Solo era necesario que los precios se equilibraran y volvieran a la realidad luego de diez años de ilusión.

Sin embargo, los medios de comunicación y algunos políticos, contribuyeron a que se instalaran en la sociedad la innecesaria dependencia a los índices económicos. En general no se han tratado como se deben los temas económicos. Se ha comunicado sin hacer un análisis minucioso de la información. Sin tener en cuenta que un dato por si solo en economía no dice nada y que esta es muy compleja como para supeditarla a un análisis superficial que a menudo parece tendencioso.

1 comentario:

Maripi dijo...

Qué lamentable que 5 años después este artículo siga siendo acorde a la situación vigente... no me sorprendería el retorno de los despreciables cecor/lecor...